Con la madurez me aumentó la incomprensión a los velorios, a los entierros. Ese inecesario deseo de mostrar la pena y el dolor en público. Lo que me queda claro es que dichos duelos no son para los que se van sino para los que se quedan. Y aunque comprendo que todos somos diferentes, nunca ha sido mi preferencia el ventilar mis dolores a la luz pública.

Siempre me rueda en la mente la reflexion de ¿porque llorar si la muerte no hace mas que proporcinarnos la vida eterna? Esto claro, suponiendo que se crea en el paraiso prometido por el Dios (dios con d minuscula para el maesse rencoria) (o era para el gkarte?).
La muerte me representa miles de interrogantes... ya sea que la consideremos como final... o como principio. ¿nos espera existencia despues de esta "vida"?. Si somos religiosos, ¿porqué tenerle miedo ala muerte, si al fin de cuentas este es el evento que se supone nos pone mas cerca, al lado de, nuestro mesias que se nos ha adelantado en el camino? ¿De qué nos sirven los llantos y los minutos, horas, y los cientos de flores que enviamos a la casa funeraria en tiempos de velorio y entierro?

Me retiro, confundido, triste tal vez. Pero con la consciencia de que lo que importa no son los dos ultimos meses o semanas de la vida de una persona, lo que importa es como te comportaste con el/ella durante el transcurso de todos los años. De que nos sirve estar ahi dia con dia en los dos ultimos meses -o semanas- de convalecencia? LA HISTORIA DE UNA VIDA NO PUEDE (re)ESCRIBIRSE EN DOS SEMANAS -O DOS MESES-

Me llevo en los oidos, una vez mas, las palabras que mi amá Doña Chuy un dia me regalo (a proposito de mis viajes de pata de perro y mi deseo de siempre ser extranjero): "Si va a a venir a visitarme, venga a verme cuando aún este con vida, cuando aún pueda disfrutar de su visita....cuando ya este muerta ya no venga...!Ya para que!

Como se te extraña Doña Chuy, cada vez que la muerte ronda, me acuerdo de lo mucho que me haces falta, de como si me volvieran a dar la oportunida de volverte a ver no pediria nada mas que compartir un dia normal, nada de escenas especiales ni momentos para recuperar. Tan solo pediría la oportunidad de poder volver a vivir un dia normal contigo. Llegar a casa y saber que estas ahi y compartir la comida o la cena.

Y quizas es por eso que a pesar de la inexistencia aún te comparto y te siento, porque tengo la memoria llena de momentos felices y normales como esos, en los que no había nada mas importante que saber que tu eras parte de nuestra familia, la madre (mi amá) que nos mantenía a todos unidos. (Tus enseñanzas siguen, porque seguimos todos unidos a pesar de tu ausencia)

-Ivanovish-