El trajeteo de tus llaves por doquier
y un traje viejo que parece ser de tu papá...
eso es lo que encontramos a tu paso
-historias de antaño que quizás ya a nadie interesan.
Y de un cuarto de memorias no nos quedan mas que tres.
Solo aquellas en las cuales yo juego al villano
y tú a la caperucita.
Pero si te digo que a mí solo me queda una Quina
y a ti póquer de ases,
seguramente pensarás que estas a punto de vencerme.
Lo siento mucho, Amiga Mía,
pero quizás soy de los pocos
que ya han entendido
que puede mas una hembra
que todo un cuarteto de mariachis...
-Ivanovishito-