Todo aquel que ha vivido

alguna vez fuera de su país

se percata de como,

aun cuando vuelva

a su lugar de origen,

esta ya condenado

a ser un extranjero

por siempre.

-Omar Olmos-

Para Ely y Brita

A Dios (adios) gracias no somos los útimos, mucho menos los primeros. Hemos llegado ya en un tiempo de enorme cosecha. Y se nos llenan las manos de sol y esperanza. Se nos moja la frente de sudor y miedo. Que no quisieramos estar aquí, más de uno lo ha dicho. Que no quisieramos tampoco regresar. No nos movemos, no nos vamos y tan solo esperamos un día despertarnos con el sol en el rostro y chente cantando en la radio. (tóquenme mariachis otra vez la misma). Que corran los niños por entre las calles, que los animales estén por doquier, que se hable mi idioma y se crea en mis valores. Que no este tan lejos. Que no quiera volver. Que se acaben las llamadas y los money orders. Y que en la proxima fiesta tambien este yo presente. Que brinden conmigo y no por mi. (brindo porque es preciso brindar, no por lo mucho que la quise, sinoporlopendejaquelahice!). Que las canciones no sean en la radio sino de músicos callejeros. Que flote en el ambiente el aroma latino que no hay aqui. Que me huela la mano a familia, a tierra meztiza, a tequila. Que se pierda, maldita sea que se pierda, el aroma de la eterna nostalgia. (ese dolor clavado en el pecho). Pediríamos que se acaben las fronteras, pero es precisamente los contrastes entre paises lo que nos hace querer huir. Escapar. Conocer las mil maravillas aún por descubrir. Que brindemos con ron por ser extranjeros que no saben si sufren por estar tan lejos o por la angustia de no querer regresar (mil ciudades más por descubir). Que me pasen mi mochila pata-de-perro, que me voy pa'l rancho a gozar!

Ya vine desde donde andaba se me concecdio volver!...

Ivanovish