La Tormenta que viene...

Desnudo. Completamente. Con las manos atadas al respaldo de la silla. La Tormenta se acerca y cuando pienso que por fin me besará -con esos labios tan rojos, tan suyos- lo que hace es ponerme unos audífonos sobre la cabeza. Al instante todo el ruido desaparece y se escuchan los primeros acordes de “La Ciudad de la Furia” de SodaStereo. Es esa versión en concierto que siempre me ha provocado una erección con tal solo escucharla. Sin embargo, en esta ocasión la rigidez no es provocada por la música, sino por ella que, al tiempo que se coloca otro par de audífonos, comienza a bailar enfrente de mí. Juro que nunca vi a nadie moverse de la forma en que ella lo hace. Cadenciosa como poesía en mar adentro. Mientras Ceratti canta a mi oído aquello de “me veras caer, como un ave de presa, me veras caer sobre terrazas desiertas…”. Ella va dejando caer sus ropas lentamente. Nunca es tan libre como cuando baila. “me desnudare por las calles azules….” Y ella se desnuda lentamente para mí. Mantiene los ojos cerrados. Seduciéndose a si misa. Sabe que la miro y disfruta de pensarme devorando su piel con mis ojos, sus rincones que poco a poco se revelan. La curvatura de su espalda, la firmeza de su vientre, sus senos firmes. El pelo le cubre la cara y su rimo aumenta. Sin saberlo, ella escucha una canción diferente en sus audifonos. Se ha quedado solo en prendas intimas de color negro. Por fin abre los ojos y me mira: completamente erecto, desnudo, inmóvil, transpirando profundamente sobre la silla. Se acerca, mientras escucho a Ceratti cantar “Me dejaras dormir al amanecer, entre tus piernas…entre tus piernas” ella lo que escucha en sus oidos es la voz de Reznor incitándola a la perdicion “you let me violate you, you let me desecrate you, you let me penetrate you, you let me complicate you”. Se acerca para posarse sobre mí. Yo me encuentro disfrutando bajo los acordes de la ciudad de la furia en mis oidos, viajando sin tregua, música para volar. Ella esta endemoniada bajo el embrujo de la voz que se le derrama en los oídos. La combinación es letal. Se monta sobre de mí y me cabalga con lujuria. Yo no puedo más que tomarla de la cintura para compartir el ritmo. Ceratti me comparte “un hombre al agua, extraña la noche”. Treznor le grita a ella al oido “ I want to fuck you like an animal, I want to feel you from the inside, I want to fuck you like an animal, my whole existence is flawed, you GET ME CLOSER TO GOD!". Nos perdemos. Nos pertenecemos sin miramientos. Nos expresamos sin importarnos el nivel de nuestros gritos. La locura es tal que su prima -que se encuentra en la habitación contigua- no puede contenerse y, en un acto reflejo, se lleva la mano a la entrepierna para tocarse a si misma. Y, a la medida en que nuestra danza sexual continua, no puede mas y en un atrevimiento total abre lentamente la puerta para mirarnos con lujuria. Nosotros, ajenos al espectáculo que representamos, nos encontramos perdidos en los acordes de dos canciones que ese repiten una y otra vez. Los orgasmos nos sobrevienen y –mis oidos presas de la furia en la ciudad- me deleito en ver su rostro de placer en pleno éxtasis. Ella, que escucha “help me its' your sex I can smell, help me you make me perfect, help me become somebody else” me muerde en el cuello en el momento en que siente mi esperma derramársele en el interior. Nos quedamos quietos. Mirándonos a los ojos. Cuando la calma parece ser que ha llegado, Ceratti vuelve a la carga con “me veras volar, por la ciudad de la furia...” y Reznor la vuelve a deleitar con “you let me violate you, you let me desecrate you, you let me penetrate you”. Empezamos nuestro ritual de nuevo. Una y mil veces mas…

-ivanovish-

De la serie La Tormenta que viene... (o como dijiera el otro: seguimos en la cachondez!)