VeintiUNO

I
Déjame dedicarte el mejor de mis poemas, mujer, a ti tan solo. Porque aun mi poesía te es prisionera. Solo que esta vez no lo escribiré con tinta en hojas de papel sino con el canturreo de mis labios por tu espalda, la danza de mis dedos en tu cuerpo, la lluvia de mi lengua en tu piel, la tormenta de mi sexo dentro de ti. Deja que te escriba el mejor poema que jamás haya escrito. Aquel que habla de la noche en que fuiste tú tan mía y yo tan solo tuyo.


III
El: “There is nothing, absolutely nothing sexier than an intelligent woman….”
Ella: ………
El: And I reckon you are very, very sexy.”
Ella: …….

IV
Por fin. Lo tiene enfrente de si. Completo. Están tan cerca que pueden sentirse los alientos. Siente sus manos sobre las caderas. Ella apoya las suyas sobre su pecho. Se miran. Se miran tanto. Están tan cercanos que podrían simplemente moverse un par de pulgadas y sus labios se encontrarían, por fin, se unirían en ese beso tan deseado que los ha torturado durante tanto tiempo. Y sin embargo, se quedan así, tan solo cerquita, por instantes que parecen eternos. El lleva la mano hacia su rostro y la toca. Sigue el contorno de sus ojos, de su nariz, la sinuosa curva de sus labios. Ella lo ve mirándola. Se siente tan deseada, tan bella, tan admirada. El desliza las manos por sus rizos y ella recuerda los cientos de poemas que él le ha escrito. Esta tan cerca, por dios, tan cerca. Se muere de ganas por besarlo y sin embargo se queda quietecita. Siguiendo el juego de la espera. Se da cuenta de que su excitación ha crecido al máximo cuando se percata de su respiración profunda. Puede ver y sentir su pecho respirando hondamente. Su respiración se entrecorta y cierra un puño de la mano para controlarse. El le toca los labios con las manos Lo siente, tan tibio, el mueve sus manos como si la besara con los dedos. Ella disfruta esta sensación nueva. ¿No son acaso nuevas todas la sensaciones con él? Se le entrecierran los ojos, pero no quiere dejar de verlo, no quiere dejar de observarlo mientras él la mira a ella. La hace sentir tan sexy, tan hermosa. No quiere perder detalle de sus labios acercándose a los suyos. Se muerde los labios para provocarlo. El se acerca y pasa su boca por sus ojos, por los oídos, por el cuello. Ella le siente la respiración y se estremece a mas no poder. El la aprieta hacia si y sienten por vez primera la comunión de sus cuerpos juntos. Se acoplan mutuamente. La sensación le provoca que cierre los ojos, pero de inmediato los entreabre, no quiere perder ni un detalle, quiere guardárselo todo en la memoria. Se miran a los ojos. Ahora él es el que se muerde los labios para provocarla. Ella no puede mas y se acerca. Lo besa. Lo besa lenta y apasionadamente. Lo besa con todas las ganas acumuladas a través 845 días. El momento le sabe a poesía, a deseo, a nostalgia, a la espera, a la conclusión, al inicio, al final, a vino tinto, a amores de otras vidas, a momentos compartidos, a ganas contenidas, el momento le sabe a todo. Cierra los ojos. Se deja llevar. Bésame, bésame mas, le dice entre suspiros y después deja que sus lenguas se entrelacen en un ritual de seducción.

V
El: Pero si a mi ni me gusta el tequila
Ella: Eso es porque nunca lo has probado de mis labios.
Ella: Pero mi nieve favorita no es la nieve de fresa...
El: Eso es porque nunca la has probado derramada sobre mi espalda.

VI
Ella: primero quiero que me hagas el amor… después, después te dejo que me hagas lo que quieras.

VII
Vendarte los ojos. Con seda negra. Vendarte los ojos quisiera. Tú, completamente vestida. Tú, parada en medio del cuarto. Con los ojos cubiertos y las ansias creciéndote por dentro. Poco a poco tus otros sentidos se agudizan. Escuchas con más claridad la lluvia que cae afuera. Hueles el olor a tierra mojada. Tus manos tocan la mezclilla de tus jeans con delicadeza. El tiempo se te hace eterno y no sabes cuanto ha pasado ya. Solo comienzas a experimentar la magnitud de todos tus sentidos. Eres un sentimiento a flor de piel. Sientes por la boca, por los oídos, por la nariz. Te deleitas con las nuevas sensaciones. De pronto escuchas mi voz cerca de tu oído izquierdo: “No te muevas, no digas nada, no preguntes nada, tan solo déjame mostrarte el placer de los sentidos.” Tus labios intentan murmurar pero de pronto sientes algo calido en la parte exterior del brazo. Te mueves un poco tratando de evitarlo. Te quedas quieta, expectante. Luego lo sientes cerca de la mano derecha. ¿Que es esto que me provoca un calor tan dulce? te preguntas. De pronto lo tienes en tu hombro derecho. Cuando comienzas a descifrar la sensación sientes algo húmedo posándose sobre tu oído izquierdo. Húmedo, caliente, ¿una lengua quizás? Lo siguiente son unas manos tu moviendo el pelo hacia un lado y una respiración tibia en la parte trasera de tu cuello. Te estremeces. Tratas de no moverte, de no hablar. La respiración tibia te rodea todo el cuello y baja por tus hombros. En cuanto más lo disfrutas se aleja y te encuentras de nuevo inmóvil y sola en medio del cuarto. La siguiente sensación es la frialdad de un hielo recorriéndote la frente y bajándote a los labios. Los abres para probar el frío con tu lengua. El frío te recorre por el cuello hacia el pecho y te provoca un latigazo de pasión. Comienzas a respirar profunda y agitadamente. Sientes que unas manos te empujan contra la pared. La pared fría te provoca una contracción y arqueas la espalda. Sientes como levantan uno de tus brazos por encima de tu cabeza, y mientras te deleitas aun con la frialdad de la pared, sientes unos labios recorrer todo el contorno de tu brazo, besando desde la punta de tus dedos hasta tus hombros. Sientes una mordida en el cuello y cuando quieres gritar vuelves a sentir el objeto caliente, esa tibieza rica, que te toca la parte lateral de tu cintura. Sientes como su cuerpo comienza a presionar el tuyo contra la pared. Lo sientes desde la punta de los pies hasta tu cabello. Se te acumulan las sensaciones y cuando abres los labios para emitir un gemido te encuentras con un sabor nuevo en tu boca. Una textura te recorre los labios, un sabor te llena el paladar…muerdes lentamente la fruta que se te ofrece, ¿son acaso fresas? Muerdes de nueva cuenta con delicadeza, te encanta el sabor recorriendo el interior de tu boca, cuando alcanzas para dar una tercera mordida lo que encuentras son unos dedos embarrados de chocolate. Sacas la lengua para probarlos, lentamente. El momento te parece tan erótico que arqueas la espalda una vez más y volteas la cabeza hacia arriba para chuparlos mejor. De pronto sientes el hielo recorrerte la parte baja de la espalda. Se te sale un grito de placer. El frío te recorre lentamente y en ese momento sientes una mano que te jala fuertemente del pelo. ¿Qué es esto que pruebas ahora? ¿Miel derramada sobre su pecho? Sabor a durazno de sus piernas, olor a incienso en todo el lugar. Cuando abres los ojos, la venda se ha quitado ya, te das cuenta que el lugar esta lleno de velas. ¿Cuántas son? ¿Cien, doscientas? Volteas y lo ves sentado en la silla. Mirándote. Por fin abres los labios para decirle: hazme el amor.

VIII
Ella: Y si abrimos las ventanas de par en par?
El: Y si mejor nos salimos al balcón?
Ella: Hay condenado, por eso me encantas, siempre que se me ocurre algo atrevido tu sales con algo que se me antoja aun mas.

IX
Ella: “Baila para mi”
El: “¿Como?”
Ella: “Báilame, Sedúceme con tu baile, con tus movimientos, con la forma en que te vas descubriendo poco a poco. No me habías dicho que una de tus fantasías era hacer un Striptease? Pues déjame cumplírtela, permíteme ir descubriendo tu cuerpo a través de la música y tus movimientos. Baila para mi”.

X
d[-_-]b
Si mis plegarias no fueran
a la Virgen sino a ti
¿qué pensarías? ¿Qué dirías?
si de la noche soy un pedazo
de suelo que flota
entre tus sueños
como una perla
te saco de lo oscuro
te llamo por tu nombre
y digo que no puede ser

Quisiera ser alcohol
para evaporarme en tu interior
quisiera ser alcohol
para evaporarme de una vez
y sentir lo que es pasión
y sentir que soy querido
d[-_-]b “quisiera ser alcohol” Jaguares.

Y si en lugar de que tu me adores como a una virgen a mi, soy yo la que se arrodilla ante ti y te alaba como a un Dios? Y si me hinco y te tomo en mis labios mientras te miro a los ojos? Y si provoco un orgasmo con tan solo mi lengua? O quieres seguir siendo tu el que me adora con sus labios?


XI
Ella: ¿Recuerdas esa persona que me contaste que una vez te había dicho que hablar contigo era como hablar con tres personas al mismo tiempo, que porque hablas de tantas cosas al mismo tiempo que a veces es difícil seguirte la conversación? Me pregunto si hacer el amor contigo es una experiencia similar...
El: Pues, estas a punto de descubrirlo...
Ella: .....mmmm.... será el primer foursome de mi vida!

XII
d[-_-]b
“Me desnudaré
Por las calles azules
Me refugiaré
Antes que todos despierten
Me dejarás dormir al amanecer
Entre tus piernas, entre tus piernas
Sabrás ocultarme bien y desaparecer
Entre la niebla, entre la niebla”
d[-_-]b “La ciudad de la Furia” –Soda Stereo-


XIII
¿Y si te amarro? ¿Y si te amarro a la cabecera de la cama? ¿Y si te amarro a la cabecera de la cama y hago contigo lo que se me antoje? ¿Y si te amarro ala cabecera de la cama y hago contigo lo que s eme antoje...me reclamarías o más me pedirías?


XIV
Desnudo. Dominado. Con los brazos abiertos y las manos amarradas a la cama. Acostado boca arriba. Siento la cascada de tus rizos sobre mi vientre. El calor de tus labios me obliga a cerrar los ojos y a emitir gemidos de placer. Me pierdo en tus sensaciones. En tu forma de complacerme. Cuando abro los ojos te miro en éxtasis. Amazona morena y desnuda cabalgándome. Yo, inmóvil, atado, dominado, no puedo hacer mas que seguir el ritmo de tu vaivén con mi respiración. Una de tus manos en mi vientre, la otra sobre una de mis piernas y aumentas la velocidad de tus movimientos. Después tus dos manos en mis piernas, arqueas tu espalda hacia atrás y me dejas admirarte por completo. Juro que nunca vi cosa más erótica que una mujer en busca de su propio placer, completamente desinhibida, utilizándome para conseguir sus orgasmos. Te mueves apasionada, incontrolable. De pronto te empujas hacia delante y tu pecho se junta con el mio. Tu pelo me baña el rostro y tu respiración me embriaga. A dos centímetros de mi rostro, me dices: “El tercero lo quiero sentir mirándote a los ojos.”

XV
Ella: ay no inventes, esto que estamos haciendo si es muuuuy malo…me voy a ir directito al infierno!
El: Je,je y donde crees que hemos estado las ultimas tres horas?


XVII
El saca una caja mas de la mochila y se la entrega. Ella lo abre. Se asombra, sonríe nerviosamente y luego no sabe ni que decir...al final solo atina a decir:
“pero, y para que me das esto a mi? Si mas bien parece como que es algo que tu deberías de usar....en mi....o...pero como es...eso es como para amarrárselo en la cintura o ke...pórque me lo das a mi? Jijiji....osea....como....o de ke se trata...o...jajaja”
y ríen a carcajadas de nuevo juntos.

XVIII
EL: Las ganas inmensas, intensas de pertenecerte, de ser de ti, de que me llames tuyo en un instante que dure por toda una eternidad.
Ella: No te vayas, quédate hasta que me duerma… cada noche.

XIX
d[-_-]b
Tarde ya casi las dos, sombras en la habitación y la luna llena. Dibujando tu perfil, tan sereno al sonreír, perdido en el resplandor de un mágico mundo de sueños. Me fascina verte así, indefensa e infantil, más allá de todo. Mariposa de cristal, tibia en la oscuridad. Y me gusta imaginar que tal vez tu sueñas conmigo, deja que te acune en mis brazos, no te quiero despertar. Deja que te siga los pasos al soñar, déjame llegar más allá. Siento que tú sueñas conmigo y a la luz de un rayo de luna nos volvemos a encontrar, y flotamos entre la espuma y el coral de un inmenso mar. Deja que te siga los pasos, vamos juntos a volar. Deja que te acune en mis brazos porque yo en tu sueño estoy, junto a ti.
d[-_-]b Cancion de luna -Benny


XX
El: a ti que te gusta mas, ver o que te vean?
Ella: .........
El: .........
Ella: Pues lo que mas me gusta es ver que me veas. Que me veas mirándote.

XXI
Contemplarte mientras duermes, ver tu piel desnuda al reflejo de la luz de luna. Cuidar de tu sueño. Ser tu guerrero de sangre para que nadie te haga daño. Aprenderme de memoria todos y cada uno de los contornos de tu cuerpo, la suavidad de tu piel, la redondez de tus rizos, la estrechez de tu cintura, la dos marcas en forma de circulo que se dibujan en tu espalda baja (nada mas sexy), tu largas piernas, la curvatura exquisita de tus caderas. Mirarte, contemplarte, adorarte mientras duermes. Cuidar de tus sueños. Recibir el amanecer con la tibieza de tu cuerpo junto al mío.


-Ivanovish-

De la serie: El-Ella, Ella-El, tambien conocida como: ¿Quién mas tendría el valor para decirtelo en forma tan poéica y a la misma vez tan descarada?