Triptico de Cumpleaños

A)
Llegó la nostalgia, sin saber a donde se dirigía. Así como sin darse cuenta, en momentos en los cuales pensábamos que las alegrías eran todas provocadas por flores de primavera y pañales. Llegó la nostalgia... y con ella la ausencia. Llegaron los reclamos que no son propios y, para de chingar de acabarla., llegó, al final, la soledad. Que utilices los momentos solitarios para la reflexión he dicho miles de veces. Sin embargo, hay ocasiones –semanas crueles como esta- en donde la soledad no nos inspira más que para el aturdimiento. El quedarse quietecitos sin querer reflexionar. Quizás por miedo a descubrir que la tristeza aparente es en verdad depresión enorme. ¿Qué hacer cuando estamos temerosos de enfrentarnos a nosotros mismos? En esas ocasiones en las cuales nos rehuimos y pretendemos no vernos para no cuestionarnos nuestros estados de ánimo. Hay gente que se pasa años, toda una vida a veces, sin atrever a mirarse de frente, a observarse por dentro. Yo llevo tan solo 5 días, y ya estoy que reviento. Y sin embargo, hasta hoy, el temor ha sido el vencedor. ¿Temor a qué? Me preguntarás. Temor a que quizás los muertos en el closet sean más grandes de lo que pensaba. Temor a estar usando los problemas de la semana como excusa y no aceptar que esta semana fue 10 de mayo y no pude ver a mi mama. Tal y como ha pasado en los últimos 2048 días. ¿Qué haces cuando sabes el motivo de tu tristeza y aun te empeñas en culpar mil cosas más? Cual es la cobardía entonces, ¿no enfrentarse o no darse cuenta?

B)
El rincón no sigue más. Se ha ensanchado hasta convertirse en una esquina. Perdió, rápidamente, su valor como escondrijo para las aventuras. Ahora no es más que un punto de referencia para encontrar direcciones. Siempre pasa así con secretos demasiado dichos, con bellezas que son demasiado vistas. Me gusta lo oculto, lo que pocas personas pueden encontrar. Me gustan las palabras que se dicen en voz baja, las acciones que se hacen con la puerta cerrada. Mis juegos son aquellos de aventura -nunca de cotidianeidad. Hace tiempo que decidí decir siempre la verdad –aunque a veces duela- Mis amigos no se cuentan por docenas,... simplemente no se cuentan. Mis amores mucho menos. Me ha llegado el momento de disfrutar de los pequeños detalles de cada día, inclusive si esos detalles estarían condenados por la iglesia católica. Me ha llegado el momento de saber que es lo que quiero... y hacerlo. Mandar a la chingada todo aquello que hago sin querer queriendo. Se me antoja una vida donde nada de lo que haga esta prohibido... y lo que no puedo hacer no se me antoja. Me llega el momento de aprender otro lenguaje. Ya no me bastó con decir: “Simona la mona panzona” “what the heck r u talking about” y “C’est son conneries!” se me antoja este día para ser el primero. ¿O será que es el último?

C)
Prometo no intentar besarte. Y aún mas, ya he prometido no tratar de provocarte para que seas tú la que me bese. Ni te hablaré de lo mucho que me apasionas, ni me morderé los labios ante la angustia de tenerte enfrente y no poder tocarte. No intentaré besarte, lo prometo. Tan solo me parare tan cerquita de ti que pueda sentir tu cuerpo junto al mío. Colocaré mi mano en tu cintura para sentir el calor de tu piel... y la deliciosa curvatura que se prolonga hacia tus caderas. No te besaré, ya lo he prometido tres veces. Tan solo acercaré mis labios tanto a los tuyos para que puedas sentir mi respiración. Meteré mis manos entre tu pelo para imaginarme que te tengo por siempre. No te besaré, ni te provocaré a besarme. Tan solo quiero quedarme con el recuerdo de un momento así. Donde estamos tan cercanos que nos sentimos todo el cuerpo. Donde nuestros alientos se confunden. Donde puedo susurrar tu nombre y todo lo que me provocas y tú escuchas cada una de mis fantasías. Un momento donde estamos tan cercanos que no hace falta besarnos para pertenecernos.

-Ivanovish-

De la serie: "Como pasar un fin de semana de cumpleaños completamente solo, . . . o como dijiera bullwinkle: a este Ivanovish nomas lo dejan solo y se aloca.. ¿o no son locuras lo que decimos?